
Hay años que soportas, y años que sobrevives. Para Britney Spears, el 2007 fue lo segundo.
Después de que su matrimonio con el bailarín de apoyo Kevin Federline se cortara, la Diosa de la Ferocidad y los Frappuccinos cayó en un colapso — mientras era seguida por un monton de paparazzis que la acosaban a toda hora con micrófonos y luces, intentando llegar al fondo de lo que posiblemente le estaría molestando.
Una cabeza fue rapada. Una ambulancia fue llamada. Luego, el 26 de Octubre de 2007, en lo que parecía ser su hora más oscura, Spears le dijo a todas aquellos haters que se dejaran de j*der de una maldita vez, con solo tres palabras…
“It’s Britney, bitch.”
La frase inmediatamente se convirtió en un sinónimo de la misma Spears. En su colaboración de 2012 “Scream and Shout” con Will.i.am, ella incluso lo incluyó en la letra, casi como si “bitch” fuera su apellido: “It’s Will.i.am and Britney Bitch.”
Sus fans en los conciertos usan remeras estampadas con esta icónica proclamación, y casi todas sus performances — incluyendo su residencia actual en Vegas — incluye el uso liberal de la B-word. Uno se vería en una posición difícil gritándole a uno de sus seres queridos, “It’s Britney, bitch!” — o incluso a la misma Spears — y afirmar que la B-word no se usa en una forma despectiva.
Spears comentó lo siguiente sobre el uso de la palabra en una entrevista del 2013 a la presentadora de TV Británica, Alan Carr: “Solo la uso como…un término de afecto.” Y agregó, “Es como una palabra que la considero amistosa para todos.”
No hace tanto, Spears adoptó la B-word en su single “Work Bitch,” donde ella alienta a la gente a tomar el control que tienen en su vida y completar sus metas: “You wanna hot body? You wanna Bugatti? You wanna Maserati? You better work bitch.”
Una vez más, “bitch” es usada acá no como insulto, sino como un pronombre para la persona que tiene lo que se necesita para patear traseros. Ella ha tomado la palabra que hacía sentir inferior a otro, para convertirla en un himno de autonomía.
Es significativo que Spears haya lanzado la B-word por primera vez en aquel Octubre de 2007, en un momento donde el mundo en su totalidad estaba empeñado en hacerla su victima. Ella les recordó a todos que estaba mal, pero no fuera del juego — y que todavía era la sensación internacional que había tenido 20 top hits en Billboard cuando tenía apenas 25, y que daría más de lo que tenía en caso de que alguien quisiera algún pedazo de ella.
Spears solidificó el hecho de que un “bitch” no es alguien que deba ser insultado o ignorado. Un bitch es alguien que sabe lo que quiere y trabaja sin descanso por ello. Un bitch es alguien jodido, alguien fantástico. Un bitch es un sobreviviente.
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